Hay algo que algunos expertos llamarán instinto, otros necesidad, o deseo. Nosotras hemos decidido evitar darle nombre e intentar describirlo con hechos y ejemplos. Es algo que los seres humanos comparten con los no humanos cuando se encuentran en cautiverio, esa fuerza con la que se percibe y se combate la ausencia de libertad. Para algunos individuos, se manifiesta en una forma lenta y dolorosa, muchas veces enferma, de no poder hacer nada mientras les arrebatan la vida. Para otros muchos, es lo que les empuja a poner todos los recursos a su alcance, todas sus habilidades, capacidades y tiempo, en luchar por escapar, en ocasiones sin ni siquiera tener a dónde.
Miles de millones de seres viven y mueren en cautiverio, y cada uno tiene una historia. En este blog intentaremos recoger algunas de estas historias, para ponerles cara y nombre, para que sirvan de ejemplo y recuerdo de todas aquellas cuya historia nunca conoceremos. Por quienes escaparon, por quienes murieron en el intento, por quienes no tuvieron fuerzas para intentarlo. Para quienes aún sufren el cautiverio y la esclavitud.
Nota sobre el género: las personas que escribimos esta web hemos decidido no ceñirnos al uso del masculino como neutro, ni cuando hablamos de la especie humana, ni cuando hablamos de animales de otras especies. Sin embargo, sabemos que algunas fórmulas del lenguaje inclusivo, como puede ser el uso de equis o arrobas, dificultan la lectura y la comprensión de los textos. Por ello, estamos trabajando en adaptar nuestra forma de expresarnos de tal manera que se entienda, pero evitando los géneros en la medida de lo posible.
Cuando sea inevitable utilizar palabras con género gramatical, alternaremos el uso del masculino con el del femenino de manera arbitraria. Sabemos y deseamos hacer visible que la realidad no es binaria y que hay un amplio espectro de sexos e identidades de género entre la “a” y la “o”. A falta de que el lenguaje común visibilice esta realidad, hemos optado por jugar al despiste con las clasificaciones de género gramatical existentes en nuestra comunicación, siempre que no sean una variable relevante o identitaria. Quizá nos equivocamos, pero a día de hoy no tenemos una propuesta clara y pensamos que deconstruir las etiquetas ya existentes puede ser igual o más productivo que construir etiquetas nuevas. No seguimos una fórmula matemática, así que si se observa la predominancia de alguno de los dos géneros gramaticales, será casualidad. Nuestra prioridad es hacernos comprensibles para el público más amplio posible, pero sin olvidar que las clasificaciones de género y especie son algo a cuestionar y no deben actuar como barrera para el respeto y consideración hacia los intereses fundamentales de las personas.
Muy bueno este blog. Lo seguiré a menudo. Gracias!!
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Acabo de conocer este blog y me está gustando mucho el enfoque!
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