Sin vida no hay libertad. Por eso pensamos que Laurel y su lucha por sobrevivir merecen un espacio en este blog. El 17 de julio de 2014, en el estado de Florida, un hombre llamado Frank Konnors vio cómo unos chavales apedreaban a una gata en plena calle. Decidió intervenir y consiguió llevar al animal moribundo a un centro de rescate. Aparte de las heridas causadas por las piedras, Laurel tenía por todo el cuerpo lesiones producidas por perdigones, así como dos patas rotas por varias partes (una de ellas con una infección de hueso), lo que hizo deducir que había sido atropellada anteriormente.
En casos como el suyo, lo más común es que se aplique la eutanasia; pero su fuerza y su voluntad por vivir, hicieron que la veterinaria que la atendió viera viable su curación y decidiera hacer todo lo necesario para darle otra oportunidad. La gata, que sólo tiene alrededor de un año de vida, se recupera ahora de todas sus lesiones, y está volviendo a aprender a andar con su pierna amputada.
Que algunos animales no humanos, como perros y gatos, puedan convivir con nosotras, no significa que sean objetos a nuestra disposición ni que nosotras seamos sus dueñas. Si les dejáramos en paz y aprendiéramos a respetarles, los gatos y perros podrían vivir una vida independiente digna y libre; pero en las ciudades, miles de ellos están sometidos a amenazas como las que, en tan sólo un año, han puesto en peligro tantas veces la vida de Laurel. Y la mayoría no tienen tanta “suerte” como para que alguien les ayude.
Esto no terminará mientras haya personas que ven a los demás animales como seres inferiores que no merecen nuestro respeto, ni mientras haya gente que siga vendiéndolos, comprándolos y criando determinadas razas como si fueran juguetes o piezas de colección.
Fuente: http://www.news-press.com/story/news/local/2014/07/31/cat-survives-stoned-shot-still-needs-help/13416343/