Shirley y Jenny. La historia y el reencuentro de dos elefantes hembras víctimas de los circos que se lucran explotando a los demás animales.
Shirley, nació en libertad en Sumatra (Indonesia) en el año 1948, pero fue capturada y arrebatada de su familia en 1953 cuando tenía tan sólo 5 años de edad.
El primer circo en el que estuvo fue el Kelly Miller Circus pero tuvo que pasar por varios circos más hasta llegar al Carson & Barnes Circus donde conoció a Jenny.
Durante 30 años fue utilizada por diferentes circos. Soportando todo tipo de adversidades, en uno de sus viajes, sobrevivió al incendio del buque que la transportaba junto a otras compañeras explotadas de diferentes especies, en Nueva Escocia.
En 1975, en Lewis Bros. Circus, debido a las condiciones extremas que suponen la vida en el circo, Shirley fue atacada por otro elefante. Consecuencia de este incidente Shirley tuvo una grave lexión en su pata trasera derecha. A pesar de su lesión, Shirley se vio obligada a actuar en el circo durante casi dos años más antes de ser vendida a Louisiana Purchase Gardens y Zoo en Monroe con apenas 30 años de edad.
Por lo general, los elefantes hembras viven en grupos, pero por problemas de seguridad relacionados con su lesión, a Shirley se la mantuvo aislada de los demás elefantes.
Tras veintidos años de soledad y reclusión, finalmente, el Louisiana Purchase Gardens y Zoo, permitió que Shirley fuera trasladada a The Elephant Sanctuary en Tennessee.Así pues, el 6 de julio de 1999, Shirley llegó al santuario, donde ya no se la tratará más como recurso con el que hacer negocio.
En el santuario, Shirley pudo relacionarse con otros elefantes, como Tarra, Bárbara y Jenny.
Jenny, nació en 1969 también en Sumatra (Indonesia), sin embargo no fue allí donde se conocieron ella y Shirley, dado que ya, en 1953, Shirley había sido secuestrada.
Jenny sólo pudo estar con su familia durante los primeros 4 años de su vida, luego fue vendida al Carson & Barnes Circus, donde conoció a Shirley.
En enero de 1992, después de varios intentos de fuga durante los espectáculos circenses, enviaron a Jenny a un criadero llamado Hawthorn Corporation.
Cuatro meses más tarde, Jenny sufrió una grave lesión en su pierna izquierda trasera, causada por uno de los elefantes en una de las violaciones forzadas por el criadero, lo que le impidió caminar con normalidad. Jenny no recibió tratamiento para su lesión, su vida no tenía importancia para sus explotadores y sólo se le suministraron analgésicos. A estas alturas, tenía además otras partes de su cuerpo lesionadas. Por ello, en marzo de 1993, casi un año después de la lesión, el criadero la consideró inútil para su negocio, puesto que no servía como reproductora. Fue vendida a un pequeño circo de Estados Unidos donde estuvo presa durante dos años hasta que la competencia por alimento con los otros elefantes y sus dificultades por mantenerse en equilibrio hizo más complicada su situación, ya que cada vez le era más laborioso subir y bajar del camión jaula. Como resultado, Jenny se permanecía encerrada en el interior del remolque la mayor parte del tiempo.
En abril de 1995, el dueño de Jenny decidió que ella era simplemente “inútil” y se deshizo de ella, dejándola en refugio de animales en mal estado, en las afueras de Las Vegas. Jenny estaba muy por debajo de su peso, no usaba su pata lesionada y tenía una grave infección en su pie. (Lo que, años más tarde, le provocaría la muerte)
En los siguientes quince meses, la situación de Jenny no mejoró. En ese albergue estaba expuesta a la intemperie, a temperaturas bajo cero y aprisionada por cadenas durante la noche debido a la insuficiencia de las instalaciones. No recibió un tratamiento adecuado.
Sorprendentemente, el 22 de julio de 1996, The Elephant Sanctuary fue contactado por los propietarios de Jenny, pidiendo que se la llevaran.
El 11 de septiembre, Jenny llegó al Santuario, donde se puso fin a su explotación.
Tres años más tarde se reencontró con Shirley.
EL REENCUENTRO:
Shirley y Jenny se conocieron en el “Carson y Barnes Circus”. Shirley era una veiteañera y Jenny a penas una cría por aquel entonces.
Pasaron juntas sólo un invierno, antes de que el negocio circense les volviera a separar, pero eso ne les impidó reconocerse 22 años después.
El 6 de julio de 1999, Shirley llegó al santuario, donde vivía Jenny hacía ya tres años.
Su alegría al reencontrase fue enorme, dejaban atrás una vida de explotación para comenzar una vida sana en el santuario. En cuanto se vieron, se reconocieron y acariciaron inmediatamente a través de los barrotes. Shirley comenzó a rugir fuertemente y Jenny le respondía emocionada de igual modo.
“Jenny fue al establo por primera vez desde la llegada de Shirley a alrededor de las 19:00 horas. Ella quería acercarse a Shirley, que estaba separada por dos compartimentos. Una vez que permitimos a Shirley estar en el compartimento adyacente, la interacción entre ella y Jenny se volvió muy intensa. Jenny quería entrar en el recinto con desesperación. Ella estaba agitada, golpeando la puerta y tratando de atravesar y trepar hacia el otro lado. (…)
Después de varios minutos de tocar y explorarse una a la otra, Shirley comenzó a rugir y me refiero a RUGIR- Jenny se unió de inmediato. La interacción fue espectacular, ambas elefantes tratando de acariciarse frenéticamente entre sí a través de los barrotes. Nunca he experimentado nada, siquiera cerca, a esta profundidad de emoción ” – Carol Bucley, Directora del Santuario.
LA MUERTE DE JENNY
Jenny había llegado al santuario muy enferma. Tenía cicatrices y otras huellas del abuso de su pasado como elefante de circo. Ella había estado expuesta a la tuberculosis, y tenía una pata lisiada.
“El día antes de morir, Jenny había estado recostada y no se levantaba. Shirley estuvo con ella e insistió en que Jenny se levantara. La pequeña Jenny no podía levantarse, pero lo intentó y se levantó, apoyándose en Shirley para mantener el equilibrio. Si miraban a la cara de Shirley, se podía ver que ella sabía que Jenny estaba muriendo.”– Carol Bucley, Directora del Santuario.
Jenny estaba en su lecho de muerte cuando Shirley se dirigió a los bosques del santuario. Jenny empezó a hacer ruidos; con cada exhalación hacía un particular estruendo, fue casi como un canto. Bunny y Tara (las dos elefantes del santuario) se acercaron corriendo y a continuación, se sumaron al canto de despedida.
“En un momento dado, me volví a Scott (director de El Santuario de Elefantes) y le pregunté cuánto tiempo había pasado. Dijo que 58 minutos! Bueno, continuó durante dos horas. Jenny vivió durante toda la noche y se mostró incluso alegre. (…)
Cuando Jenny murió, emitía un sonido que yo nunca había oído. Era como una trompeta. Era muy bajo y se volvía cada vez más silencioso. Ella se fue muy tranquilamente sin forzarse ella misma. Disfrutar de este ritual fue increíble. Nunca había visto nada igual.” – Carol Bucley, Directora del Santuario.
Shirley se quedó en el bosque y no comió durante dos días.
“Fue muy difícil y especialmente duro en Shirley. Era como para una madre perder a su bebé.” – Carol Bucley, Directora del Santuario.
Afortunadamente, Shirley ha tenido algunos miembros de la familia para apoyarse en los momentos tristes. Shirley tenía mucho apoyo de un elefante hembra llamado Bunny, las dos eran como hermanas. Bunny llegó al santuario tan sólo dos meses después de Shirley.
¨La muerte de Jenny ha sido difícil para todos los elefantes, pero se están recuperando. El proceso de curación puede haber sido acelerado por un nuevo elefante, Misty, que ha venido desde otra área del santuario. Ella es una criatura muy feliz, ama a todos los elefantes y corre alrededor. Ella es una bola de energía feliz.”– Carol Bucley, Directora del Santuario.
*En memoria de Jenny y de todos los animales que aún hoy continúan siendo víctimas del especismo.
Fuentes:
http://www.pbs.org/wnet/nature/bestofnature/update.html (13:21h. 22Sep2013)
http://especismocero.org/index.php/entretenimiento/156-el-reencuentro-de-shirley-y-jenny-dos-elefantes-victimas-de-los-circos (13:22h. 22Sep2013)